jueves, 5 de enero de 2012

Cofres de los Deseos

Hola a todos de nuevo! Después de más de un mes de silencio encerrado en mi cueva, aquí vuelvo a escribir. Y es que las épocas navideñas son algo complicadas para muchos, pero ya están (casi) en su fin. Aprovecharemos estos días de alegría, felicidad, ilusión, para compartir con vosotros este nuevo post.

Y ablando del tema... quien no se ha hecho un propósito de año nuevo? Dejar de fumar, comer más saludablemente, hacer más deporte... o para los menos egocéntricos, quien no ha deseado salud, paz, amor, menos crisis...

Bien, todos tenemos nuestros deseos, sean del tipo que sean. Deseos que pedimos en la soledad de la noche, al soplar las velas de nuestra tarta, o simplemente cuando esa brisa salada roza nuestras mejillas al estar enfrente del océano.



Para aquellos que tengan sus deseos guardados en su interior, existen los llamados cofres de los deseos. Son unos pequeños recipientes cilíndricos de plata, con un tapón enroscado en la parte superior. De origen tibetano, se usan a modo de colgante. En su interior, podemos poner un pequeño papelito (originalmente un pergamino) en donde escribimos nuestro más ansiado deseo. Debe ser, por eso, un deseo de todo corazón. En la otra cara del papel, debemos escribir un secreto nuestro. Ésto, proporciona una personalidad propia al cofre, ligada siempre a la nuestra. Luego, llevamos el cofre en nuestro cuello, cerca del corazón... hasta que ese deseo se haga realidad. En ese momento, debemos sacar el papel (¡nunca antes!), y quemarlo, para así cerrar el ciclo del deseo y destruir el secreto.

Al modo de los llamadores de ángeles, se recomienda que el cofre sea regalado, y sobretodo, de uso personal e intransferible. De esta manera, una vez lo hayamos usado, podemos volver a iniciar el ciclo. Y aunque podemos regalarlo, ese mismo cofre que ya hemos usado, no funcionará con otras persona.

Para aquellos que quieran saber más acerca de éstos, podéis encontrar más información, o la leyenda original, navegando por la red.

Saludos, que tengan un buen año, y sobretodo, ¡que se cumplan sus deseos!

2 comentarios:

  1. No conocía la existencia de estos cofres ( sí la de los llamadores) Un beso y buena noche llena de magia

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  2. Pues sí, no son tan famosos como los llamadores, pero también existen, aunque cuestan más de encontrar...
    Saludos!

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